Mistrás.
Recostadas sobre la ladera del Monte Taigeto se levantan las ruinas silenciosas de Mistrás. Con su fortaleza, sus calles invadidas de malezas, palacios, mansiones, viviendas de los pobres, monasterios e iglesias.
La soberbia vista que circunda el recorrido del Taigeto hacia el oeste y el valle hacia el este, poblado de ondulantes olivares elevándose majestuosos en la apacible llanura de Laconia, es una postal difÃcil de hallar. O al menos lo era hasta ahora, no se cómo habrá quedado esa zona del Peloponeso tras los incendios de este verano. Una verdadera tragedia griega.